Tal vez debería dedicarme a la fotografía, es tan callado, tan tranquilo y se presenta a ti como un juego, en oportunidades de azar. Inteligencia y astucia. Apasionar los momentos, amar los segundos. Convivir con la esencia de la luz, energía indomable por si sola.
Tan solitario, tranquilo, solo esperar a que llegue el momento tocado por los finos dedos de la musa y disparar el obturador, atesorando un instante de vida, de tiempo.
4/10/10
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