5/9/10
Aquel Dios
...Tomo mi nuca y la sujeto tan fuerte, que perdí aquel aliento que me sostenía destrozando violentamente mis piernas y brazos arrastrándome como Jaguar a su presa. Llovieron sobre mi cuerpo mil flechas que se expandieron sobre el río como llamas inmensas de fuego, ardió todo y mi frente rodó sobre su sangre en tierra, lágrimas rojas cayeron y ante la violencia mis rezos se volvieron un murmullo ahogado lastimando mi garganta. Y ahora dejas la tierra caer sobre un espíritu destrozado, al menos no dejes que mi grito sea en vano y deja que mi sangre hierba sobre el jardín destrozado.
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