Comienzas a soñar
donde el viento no consume,
descubres caminos, sol y el sabor del aire
-del verdadero aire-
te elevas, donde el cielo no te llame
y el amor tenga nombre de libertad.
En una gran columna de vapor y de poesía
que sostenga tu futuro.
Entonces sueño con la palabra
que te diga y exprese;
que nazca, cuando escribo tu nombre.
Tu nombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias...