Nunca pensé que tendría que callarme
para que empezaras a escucharme.
Tampoco pensé en extraviarme
en las dunas de mis noches
para que empezaras a buscarme.
El espasmo,
y la urgencia del mar en borrar mis pisadas
y deshacerme en silencios,
para que no me pienses, para que no me veas
para que tu seas libre.
Siempre creí que la muerte
era algo que solo le pasaba a los demás,
mas sin embrago ahora,
comienzo a morir contigo
tantas veces.
15/11/10
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