25/8/11

Consuelo

Hay veces, que se necesita el consuelo y no la lógica,
por que quizá la mente ya sepa que no es necesario sufrir,
pero el sentimiento no lo sabe y se queda como un niño solo y confundido.
Abraza a esa niña, y dile que haya arriba dicen que no llore y que todo estará bien.
No necesitas ser alguien para ser algo,
no necesitas ser algo para ser alguien.

Eres nada.
Eres tú.
Lo eres todo.

Solo tú.

Todo fue bonito y nada doloroso.

Todo fue bonito y nada doloroso.
Si nos preparamos bien y vivimos bien, nuestra muerte puede resultar muy interesante.
Quiero que leamos juntos y en voz alta todos los cuentos y relatos del mundo, desde Hemingway hasta Nadine Gordimer.
En la muerte, el dolor y el miedo son detalles accidentales.
Sin embargo, todo lo domina una tristeza del no saber decir adiós.

24/8/11

Palabras

No me digas que soy a tus ojos bella y que te gusto,
Besame, haz magia con tus manos, mírame, tómame, sujétame, que la vida es corta y las palabras se las lleva el viento. Mujeres hermosas hay muchas, pero solo a mi podrás besar de una forma única.

Sin embargo, tus palabras son besos y caricias que me envuelven hasta el alma y se quedan ahí, cálidas para siempre muy dentro, tanto que ni el el viento las puede tocar.



20/8/11

Poesía

Hot Cakes
tibios
con miel.

18/8/11

Un año más

"Allí donde los recuerdos de un ilustrador ciego alcanzan a Dios, reina un silencio absoluto, una oscuridad absoluta y la infinidad de la hoja en blanco".
Mirza M. Haydar Duglat. Historia del que sigue el camino recto.



Que sea esa ceguera la que nos alcance mientras buscamos el camino en la lectura.


Gracias a cada uno de ustedes por venir a visitar esta habitación.

Y que las letras permanezcan como ese vinculo de amor perfecto que nos unan muchos años más.


G.L.

El regalo de la Luna



El cielo de la fresca noche de Agosto relucía su negro manto lleno de estrellas como si fueran lentejuelas sobre el espeso bosque, ya pasaba la media noche y la quietud en el villorrio cercano reflejaba la paz y tranquilidad de sus habitantes, solo lucían a través de las ventanas la pequeña luz de un fogón que calentaba los cansados huesos de un anciano y la débil luz de una vela que acompañaba la soledad del poeta. El valle dormía en quietud al arrullo de las ranas y los grillos. En una casita cercana a la floresta, un ratoncito que asoma sus negros y brillantes ojos en busca de migajas se vio afligido por el débil llanto de un niño, que triste lloraba por que le dolía su pancita. El pequeño lloraba muy quedito, casi como un murmullo para no despertar a su cansada madre, así que sentado y hecho bolita en una esquina de la cocina donde guardan las hierbas de té y el trigo, el niño soltaba gruesas lágrimas de tristeza. De pronto se hizo un sonido de manitas que golpeaban el suelo desde la oscuridad dirigiéndose hacia el, el lloroso niño apenas pudo abrir sus ojitos hinchados de llorar al ver que era su amiguita la que a pequeños pasos por el suelo se acercaba a el, la luz de las estrellas y las últimas brazas que quedaban en el fogón iluminaban lo suficiente como para ver la roja y sofocada cara de la niña y su cabello alborotado.
- ¡Lumi! ¿Qué haces aquí?
- Estaba dormida y te escuche llorar, así que eh venido corriendo contigo Mo. Pero primero había atrapado un chapulín para tráetelo, pero se me ah escapado. ¡Pero mira! Dejo una patita…toma te la regalo.
El pequeño Mo, al ver la patita del pobre chapulín en la mano de su vecinita, sin poderse contener comenzó a llorar con más fuerza.
-¿Qué tienes Mo? ¿No te ah gustado? ¿Quieres que vaya por otro chapulín? ¿Quieres que te cuente la leyenda del hombre que espero bajo la lluvia y se convirtió en brisa?
-No….
-¿Por qué lloras Mo? ¿Te duele algo?
Y el niñito entre hipos solo se limito a asentir con su cabecita.
-¿Donde te duele?
-Aquí.- dijo Mo señalando con su dedo el ombligo.
-Oh pobre Mo te ah de doler mucho –dijo muy triste su amiguita- Pero no te preocupes Mo, yo te voy a sobar.
-Lumi, pero esa es mi espalda, no me sobes la espalda por que no me duele ahí, donde me duele es aquí- y señalo de nuevo con su pequeño dedo el ombligo.
-Ya lo se membo, pero te sobo la espalda para darte ánimos y que sepas que sigo aquí.
-pero aún me duele. -Gimió Mo.
La pequeña Lumi se quedo pensando que podría hacer para aliviar a su amiguito, mientras con fuertes golpecitos “acariciaba” la espalda de Mo.
-¡Ya se!- Dijo por fin triunfante- espera aquí Mo, voy a darte una taza de agua, ¡te la bebes y te aseguro que te curaras y te pondrás feliz! Yo eh visto muchas veces a los adultos beber mucha agua y sus caras feas y tristes mágicamente se vuelven alegres y brillantes.
Diciendo esto, le lleno el jarrón de barro con agua del pozo y se la llevo junto con un vaso para que bebiera, medio recipiente se le derramo en el camino y el resto se la hizo beber a su vecinito.
-¿Ya te sientes mejor Mo?
-No Lumi, aún me duele mucho y creo que con el agua me a dolido más- contestó el pequeño que ya había dejado de llorar.
-Que raro Mo, te has bebido cinco vasos de un tirón, ya deberías de haberte curado- dijo Lumi que cada vez se preocupaba más.
La noche avanzaba lentamente y en su transitar, la luz de la luna toco el cristal de la ventana que daba a la cocina, y al contacto convirtió el vidrio con su blanco rayo en vidriado de diamante. El reflejo del fulgor en el cristal se reflejo también en las hermosas pupilas del niño, Lumi al ver esto, sonrió emocionada levantándose de un salto.
-Espérame aquí Mo, te prometo que regresaré en un momento- y beso a su querido amigo en la frente y salió corriendo con el vaso en la mano.
Cruzo descalza y a toda prisa el remanso y la pradera hasta llegar al bosque, las telas de su pijama azul bailaban con el viento como mariposas. La vieron pasar los búhos y los ratones, los chapulines saltaban para no ser aplastados por sus pisadas y un conejito que salía de su madriguera al verla pensó; ¿quién es esa niña que corre hacia el bosque?.
Pero Lumi no iba directo hacia los profundo del bosque, ella se dirigía al arrollo del ojo de agua, era su lugar secreto, donde ella y Mo iban a dejar barquitos de papel con todo tipo de insectos como tripulantes. Nunca antes había ido de noche, y al llegar, descubrió que la noche solo sirve para embellecer los lugares, y que si la gente duerme, es por que todavía no lo sabe.
Se quedo quieta junto al pequeño estanque que se formaba con la caída del agua y que daba inicio al arrollo, el cielo despejado de arboles dejaba mostrar a la luna que caía de lleno en su reflejo sobre el agua, los peces y las ranas se quedaron quietas para escuchar atentos a la pequeña niña de camisón azul.
Lumi levanto su rostro al cielo justo como había visto que hacían los adultos cuando algo malo pasaba y comenzaban a hablar, pero ¿a qué le hablaban? Se pregunto la niña, ¿será a las nubes? No, las nubes son muchas y nunca pueden mantenerse quietas, nunca les podrían poner atención, y a los adultos les gusta que se les pongan atención, ¿entonces al sol? No lo creo, mi mamá dice que nunca hay que mirar directo al sol, ¿le dará pena que lo vean?, ¿A que le hablaran los adultos cuando miran al cielo siempre que están tristes?
Cansada de mirar el cielo bajo su vista y vio el reflejo de la luna en el agua.
-¡Ya lo se! ¡ Eres tu luna, tu eres a quien hablan, por que siempre te estas quieta y escuchas, y eres tan bonita que no te da pena que te vean!- grito, volviendo su mirada al cielo, o mas bien a la luna.-¡Luna, por favor escucha! ¡Necesito que cures a mi amigo Mo, le duele mucho aquí y el agua del pozo no lo quiere curar!- volvió a gritar Lumi señalando con su dedito el ombligo.- ¿Puedes curarlo lunita? Le duele mucho y no deja de llorar. Si sigue llorando yo también voy a llorar.
Sus gritos espantaron a los peces y a los grillos, un caracol que paseaba por ahí se metió temerosa en su casita, y los pájaros se apretujaron en sus nidos. La luna que también se asusto un poco con los gritos de la niña y decidió responderle para que no los asustara más.
-esta bien pequeña, pero primero por favor ya no grites que asustas a todos en el bosque, yo escucho muy bien hasta tus susurros, aunque me veas tan lejos, no necesitas gritarme.
-disculpa luna, eso yo no lo sabia.-contesto avergonzada la niña.
-No te preocupes- sonrió dulce la luna- no todos lo saben, incluso hay gente que no sabe que la escucho y por eso nadie viene a hablar conmigo. Pero tú has venido, y ya no me siento sola, por eso ahora te quiero mucho y con gusto aliviare a tu querido amiguito. Toma tu vaso y llénalo de agua que hay en el estanque, y deposítalo en la roca junto a las flores de campanillas.
Lumi lleno el vaso y lo coloco justo donde la luna le dijo, después de eso una roca de cristal luminosa cayó del cielo dejando una estela de brillos y tintineos en el vaso y al tocar el agua se disolvió en miles de burbujas blancas y brillantes.
-Dale esta agua que contiene un pedazo de mi a tu amigo y dile que la beba. Pero llévasela antes de que las burbujas desaparezcan.
-Gracias luna, así lo haré.- y tomo el vaso preocupada de que no se le derramara de regreso.
-Si sigues platicando conmigo para que no me sienta sola, entonces yo siempre cuidare de ti y de tu amigo.
-Te prometo que así lo haré lunita, y también Mo platicara contigo, el siempre sabe como hacerme reír y estoy segura que también a ti te hará reír mucho. ¡Gracias y adiós Lunita!- dicho esto, la pequeña niña salió corriendo a llevarle el agua a si vecinito que esperaba.
-Adiós niña.- y el bosque volvió a su hermoso silencio.

El niño seguía triste por que aún le dolía mucho su pancita, además le preocupaba que Lumi aún no regresaba. ¿A dónde habrá ido? Se preguntaba, y se hacia mas bolita en el rincón de la cocina donde guardan las hierbas de te y el trigo.
-Mo eh llegado-susurro Lumi, que desde ese día ya nunca más levanto la voz- te eh traído agua, mira.
-Pero Lumi, me has hecho beber tanta agua que no creo poder tomar más.
-Esta agua es diferente, es agua de luna, ¿ves las burbujas? Son muy bonitas, me gustaría que las viéramos más tiempo pero prefiero que te cures. Y mira, también te eh traído algo más, pero te lo mostrare cuando bebas el agua.
-Esta bien, la beberé. Gracias.- Y ayudado por su amiga dio pequeños sorbos al agua, hasta que la termino.
-Ahora cierra los ojos y dame tus manos Mo.- dijo Lumi mientras le depositaba su regalo en la manos- bien ahora cierra tus manos un poco y cuando te diga ¡abre!, abrirás tus ojos y tus manos. ¿Listo?
- Sí.
-¡Abre!
Y al momento de abrir sus manos, una hermosa luz ilumino el rincón de los niños, era una resplandeciente luciérnaga, que brillaba como si fuera una estrella alada. Y observándola, los niños se quedaron dormidos.

16/8/11

El poder

El hombre es fuerte, poderoso y astuto, sin embargo no puede someter al mar, que bravo y profundo sereno e incomprensible lo doblega a sus olas pero aquel mar y sus mareas dependen siempre de los designios de la Luna.

13/8/11

Escribe Princesa mía, escribe

…Y la Princesa escribió, y se perdió en los colores infinitos del laberinto, tropezando cada vez un miedo un suspiro un error, sus palabras en papiro eran melodías como la última exhalación del ángel que cae. Al escribir, las sirenas nadaron a su lado y en el mar hundió su rostro y así bajo al abismo inmenso de corales rosas, cada palabra que escribía era la paz y la brisa de los tiempos muertos renacidos en la fuerza de la pluma, de las tintas y del fuego. La princesa escribió y escribo, relato los cuentos de doncellas tristes que se convertían en mármol esperando el amor del ruiseñor, escribió la historia de todos los héroes que morían por el rojo honor, el aroma de todas las flores , el color del invierno, el camino de hojas al atardecer, el pay de los pájaros, redacto el llanto del roble al volar el gorrión, las luces de las luciérnagas que son luceros en el oscuro bosque, escribió la muerte ambarina en la habitación del té, las hojas, las nubes presurosas, el caballo libre y el encuentro fiel. Escribió la brisa, el ocaso, la aurora boreal, el olor de las hojas, las ramas, los arroyos, las cabañas, el infinito del cielo y lo profundo del mar. La soledad. Las lagrimas. Todas las gotas de lluvia. Todos los nombres del mundo. El hipocampo y los algodones. Lo escribió todo, ni la miel de la abeja ni el murmullo del arroz que crece quedo sin plasmar. No falto roca, cabello, mirada o alfombra, palacios o senderos que escribir. Todo fue escrito excepto una cosa. Fue por eso que sucedió… Y una a una se fueron borrando las letras que había escrito, lentamente. Primero cada uno de los colores de la mariposa, después un ala de la mariposa, después la otra y al final su vuelo y lo que representaba. Cada una de las plumas de la grulla se fueron desvaneciendo, cada canto, cada sueño, cada fragancia fue borrándose silenciosamente. Letra a letra, color a color, no quedo morado, rojo o azul, no quedo nada de los océanos ni del brillo de la luna, ni un rastro del espejo de plata ni de telas de seda al viento, mucho menos del aroma de la leche tibia y dulce, o de la promesa fiel del caballero que besando la punta del vestido púrpura de su reina llora. Nada. Y así el papel se quedo en blanco como si fuera el inicio de algo que no sucederá, tan seductor y triste en silencio permaneció. Ya no quedaba ni el siseo de las letras, por que se fueron borrando, y después la pluma que sostenía la delicada mano de la Princesa. Y al final como un suspiro, ella también desapareció.

12/8/11

Contratiempo

Si reclamas por que llegué quince minutos tarde;
Ten en cuenta que yo nunca te eh reclamado
Por llegar 19 años tarde a mi vida.

El segundo

...Y tal vez, cuando halla pasado los años y estés lejos de mí y de todo lo que fui, te darás cuenta de que nadie te a amado y respetado tanto como yo. Ni tu madre ni tu padre, ni tus hermanos ni tus hijos, tampoco tu esposa ni mucho menos tu Dios, tampoco aquel que has llamado tú mejor amigo, y quizá ni siquiera tú te has amado y respetado tanto como yo a ti.
Por que aunque todavía no pasa, se que pasará ese tiempo por que estoy segura de lo que siento. Y cuando ese día llegue, te dolerá profundamente la soledad y aquel frio, entonces querrás no haberte ido jamás de mi lado.
Pero solo durara un segundo y después seguirás con tu vida plena y feliz como si no hubiera sucedido. Por que desde lejos siempre eh deseado seas feliz.

El silencio

Te cambio todos mis silencios por un beso.

10/8/11

La mariposa

Tan feliz, que podía
haberse convertido en mariposa.
Pero tan frágil;
que al convertirse
el viento la destrozaba.

7/8/11

La mujer que duerme

Ella soñaba, soñaba que dormía y al despertar siempre todo era diferente y maravilloso, su mundo se transformaba en cielos de azul intenso, mares que susurraban, y el aire era de aromas frescos de las mañanas, siempre que despertaba, su madre que siempre fue buena, le gustaba peinar sus cabellos, tenia cuatro amigas con las que siempre veía el atardecer –según ella para así fortalecer los lazos de amistad- y también tenia un perrito blanco y fiel. Todo era bueno y alegre, por eso a ella le gustaba soñar, por que en sus sueños podía despertar siendo amada por quien amaba, a la vez que también podía amar al mundo, y no ese mundo de sabanas y almohadas, de cortinas negras en la habitación y con pasteles de pastillas para dormir. Por que, ¿quien quiere vivir así? Además ella ya estaba convencida de que el sueño es su realidad y en la realidad dentro del sueño uno no debe despertar. Por eso dormía, por eso no despertaba, días y semanas enteras durmió, que vivió en un sueño todo lo que dura una vida.
Pero como Dios compensa la balanza de la vida humana, mientras ella dormía, había alguien que no podía dormir. Un joven que imprudente, miro una piel blanquísima adornada con los cabellos largos y los ojos cristalinos de la mujer que duerme. Gran error para este chico que al mirarla se quedo prendado de ella y así ella se apodero de su sueño. Desesperado, probo todas las drogas que existían para dormir, y ninguna fue tan poderosa para calmar sus ansias de saber de ella. Días que se volvieron semanas sin dormir, parpados que se hacían ojeras sin la esperanza de volverla a ver.
Y así fue, que nunca se conocieron, las pastillas y las balas fue el pretexto. Ella murió soñando que era amada y el murió velando por que la amaba.

La vela

Puedo ver como se consume la vela
Al tacto de nuestro tiempo,
Es un universo,
Es un infinito,
Es la nostalgia
Que atraviesa a las manzanas,
Es el fuego de un otoño
A través de tus pupilas.
Mi palpitar se agita
Y con un soplo
Del fuego del viento helado
Moriré.